Galicia
cuna y faro
de navegantes.
Antiguos sonidos
de olas,
carcajadas
en las rocas.
Batir
de universos nuevos,
estrellas de rio
y brisas de eucalipto.
Senda de orujo y magos,
de meigas y trasgos.
Morada rebelde,
divina
y sagrada tierra,
de alma marinera.
Cuna de papel
que abarca la luna misma
en mandrágoras
de acero inoxidable.
Verbenas del silencio
solo
que llueve
y se nubla de nuevo.
Cruce del último camino
con el primer momento.
Símbolos desnudos
sobre nubes de acero transparente.
Silencios de almendra
que regentan
la más dulce primavera.
Pepa Díaz
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